MMN después de su recuperación |
En Douala (Camerún) y Nairobi (Kenia), FSF ha puesto este nombre a su proyecto de operaciones reparadoras de fístula ginecológica. Se trata de simbolizar la transformación que experimentan las mujeres que viven apartadas y deprimidas por este problema y que pueden empezar una nueva vida tras la operación.
La fístula ginecológica es una de las consecuencias más graves de un parto obstruido y ocurre cuando la cabeza del bebé comprime los tejidos blandos. La falta de flujo sanguíneo causa la muerte o necrosis del tejido, haciendo un agujero entre la vagina y el uréter, la vagina y el recto, o ambos. Esto provoca a su vez incontinencia urinaria y/o fecal.
Más de dos millones de mujeres viven con fístulas en todo el mundo, mayoritariamente en África, y las que sobreviven a este trauma deben hacer frente a importantes secuelas: la marginación, la vergüenza y el rechazo de los suyos.
El caso de MMN
Con MMN, son ya 145 las mujeres a las que FSF les ha practicado operaciones reparadoras de fístula ginecológica.
MMN: mujer, 21 años, casada.
MMN había perdido su bebé después de su primer parto porque ella estaba siempre enferma.
En su segundo embarazo, su marido decidió llevarla a casa de su madre para que ella siguiese el tratamiento indígena y para que diese a luz allí. En el pueblo de su madre existía una pequeña cabaña mantenida por las matronas locales. Con ellas dio a luz a un niño que pesó 4.5 kilos al nacer. A continuación se dio cuenta que le venían orines sin controlarlos. Las matronas practicaron lo tradicional en estos casos sin encontrar ningún remedio.
Su vida afectiva y sexual había dejado de existir.
Llevaba continuamente paños o compresas.
Estaba enferma. Tenía fiebre, taquicardias y una profunda depresión.
Después de dos años, MMN encontró providencialmente a MEB, quien le explicó que ella había tenido el mismo problema y que había sido ayudada gracias a una ONG (FRATERNIDAD SIN FRONTERAS, ONG). Nuestra responsable local, la hna Eveline Etock Assoumou, hizo las gestiones oportunas con nosotros y la llevó al centro médico.
MMN fue examinada en el HOPITAL SAINTE TRINITÉ (Douala-Camerún) y operada de fístula ginecológica el 29 de mayo de 2013 con éxito.
Dada de alta en el Hospital para continuar con un tratamiento psicológico, MMD nos escribió lo siguiente:
“Yo y toda mi familia queremos rendir nuestro reconocimiento y gratitud a la ONG FRATERNIDAD SIN FRONTERAS. Que el Señor bendiga sus miembros y los colme siempre de todas las gracias que necesiten”. MMD.
Y nosotros, desde FSF, te decimos que nos alegramos inmensamente de que puedas rehacer tu vida y ser feliz. ¡Te lo mereces!
MMN: mujer, 21 años, casada.
MMN había perdido su bebé después de su primer parto porque ella estaba siempre enferma.
En su segundo embarazo, su marido decidió llevarla a casa de su madre para que ella siguiese el tratamiento indígena y para que diese a luz allí. En el pueblo de su madre existía una pequeña cabaña mantenida por las matronas locales. Con ellas dio a luz a un niño que pesó 4.5 kilos al nacer. A continuación se dio cuenta que le venían orines sin controlarlos. Las matronas practicaron lo tradicional en estos casos sin encontrar ningún remedio.
Su vida afectiva y sexual había dejado de existir.
Llevaba continuamente paños o compresas.
Estaba enferma. Tenía fiebre, taquicardias y una profunda depresión.
Después de dos años, MMN encontró providencialmente a MEB, quien le explicó que ella había tenido el mismo problema y que había sido ayudada gracias a una ONG (FRATERNIDAD SIN FRONTERAS, ONG). Nuestra responsable local, la hna Eveline Etock Assoumou, hizo las gestiones oportunas con nosotros y la llevó al centro médico.
MMN fue examinada en el HOPITAL SAINTE TRINITÉ (Douala-Camerún) y operada de fístula ginecológica el 29 de mayo de 2013 con éxito.
Dada de alta en el Hospital para continuar con un tratamiento psicológico, MMD nos escribió lo siguiente:
“Yo y toda mi familia queremos rendir nuestro reconocimiento y gratitud a la ONG FRATERNIDAD SIN FRONTERAS. Que el Señor bendiga sus miembros y los colme siempre de todas las gracias que necesiten”. MMD.
Y nosotros, desde FSF, te decimos que nos alegramos inmensamente de que puedas rehacer tu vida y ser feliz. ¡Te lo mereces!
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