Nuestro dolor y nuestra oración se dirige hacia las familias de estos tres jóvenes que estudiaron su secundaria en St. Francis (Nakuru-Lare).
Tres jóvenes que eran la esperanza de toda su familia.
Tres jóvenes que fueron asesinados por ser cristianos.
Tres jóvenes que dejan un vacío en la sociedad.
Tres jóvenes que nos han pasado el testigo para seguir luchando por ellos para tratar de hacer este mundo más humano y más justo.
Tres jóvenes que nos invitan a salir de nuestro bienestar, de nuestra indiferencia y nos invitan a seguir enarbolando la bandera de la paz, de la justicia, de la educación.
Tres jóvenes que nos proponen una apuesta consciente y vital por la hermandad entre todos los pueblos independientemente de su raza y su credo.
FRATERNIDAD SIN FRONTERAS, ONG se suma al dolor de todas las familias de los 147 asesinados. DEP